4 errores comunes que evitar al crear una app

Una aplicación móvil puede aportar muchísimos beneficios a un negocio. Puede servir para dar credibilidad a las empresas y fidelizar clientes, dar una imagen profesional y reforzar la marca, diferenciarse de la competencia, automatizar procesos o incrementar las ventas, entre otros. Hay muchos objetivos por los que una empresa puede necesitar una app. Eso sí, hay ciertos puntos en los que no debes fallar o tu visión no se cumplirá.

Os presentamos a continuación cuatro de los errores más habituales que debes intentar no cometer en el proceso de creación de una aplicación móvil:

1. Falta de investigación

La investigación para la creación de una aplicación (aunque no es en la única fase en la que es necesaria) es primordial. 

Debes organizar tus ideas y no sacar conclusiones precipitadas, ¡no te bases en los primeros resultados de tu buscador! ¡Profundiza! Para poder explicar tu idea a tu desarrollador, antes deberías tener claro qué debes explicar. Tu desarrollador puede ayudarte con propuestas de funcionalidad pero la idea debe ser tuya porque eres el único que sabe con exactitud qué necesita tu negocio.

Analiza tu target y encuentra los propósitos de tu aplicación. Busca aplicaciones de empresas de tu mismo sector para ver qué tipo de aplicación tiene tu competencia. Pero no solo de tu sector, analiza aplicaciones de ámbitos distintos que tengan funciones similares. De esta forma podrás ver qué les está funcionando y qué no, y así INSPIRARTE (no copiar) para crear tu app. 

2. Fallo de presupuesto 

El presupuesto cambiará dependiendo de la complejidad de la aplicación y los sistemas operativos que necesites como soporte (iOs, Android, Windows…). Debes incluir las funciones realmente útiles para suplir las necesidades de tus clientes y evitar una sobrecarga de funciones.

El presupuesto también debe adaptarse a la tipología de app que creas conveniente crear. No cuesta lo mismo desarrollar una aplicación web, que una nativa o que una híbrida. Si no estás seguro de qué tipo de app se adecua a tus necesidades como negocio, no dudes en contactar con tu desarrollador y él responderá a tu pregunta. 

Además, piensa que tu presupuesto no debe limitarse únicamente a la fase de creación de la plataforma. También debe contar con el mantenimiento, las correcciones que pueda requerir e, incluso a menudo, con la actualización del código fuente.

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3. Demasiadas funciones

Como dice el famoso refrán: “Lo bueno, si bueno, dos veces bueno. Y aun lo malo, si poco, no tan malo”. 

No te excedas con las funcionalidades de tu aplicación móvil. Demasiadas puede distraer a tus usuarios del objetivo principal de tu app. 

¿Qué sentido tiene añadir un minijuego en una app de compras? Tu cliente potencial se despistaría jugando y compraría menos. A no ser, que tu juego no tenga como único objetivo el entretenimiento y sirva algún propósito importante. Además, por cada funcionalidad que añadas a tu app, el precio que te pida el desarrollador será mayor pues equivaldrá a más horas de trabajo.

4. No hay plan de marketing

Un buen producto no es nada si no llega a oídos del consumidor. Es igual de importante, incluso más en algunos casos, el plan de marketing que la calidad del producto. Durante el proceso de creación, deberás pensar en estrategias para hacer destacar tu aplicación dentro del mercado actual.